“Ella es de las personas que están siempre al pie
del cañón. Para lo bueno, y para lo malo. Entonces resurge de la nada, sin
esfuerzo, como un ángel que siempre acecha, cantando en el lugar
preciso la canción adecuada, soltando una broma a la medida exacta de la
necesidad, escondida detrás de un teléfono, que debería querer agotarse, pero
que nunca se agota. Y no es que te escuche, es que sabe desviar las penas con
elegancia, y hacer que te olvides de los inconvenientes de la vida, convirtiéndolos
en sonoras risas. Creo que pocas personas tienen la capacidad de transformar lo
malo en bueno de esa manera, y hacer, incluso, que acabes adorando esos instantes.
Y ella es de las pocas personas
que pueden hacerme reír a carcajadas cuando una mañana aún no me ha dado tiempo
ni a lavarme la cara. Da igual cuan grande sea el problema; ella lo reduce
hasta hacerlo desaparecer. Y estoy segura de que el día que no lo consiga, será
el día en que se acabe el mundo.
Y, ¿por qué me gusta? Simplemente
porque es muy Ella; transparente, generosa, divertida; porque es de esas
personas que vive la vida con alegría,
exprimiendo cada momento como si fuese el último. Y a mí me encanta participar
en todas sus locuras, porque la vida se me hace mejor, y más fácil.
Y ella, como sabe que me encantan
las sorpresas, me sorprende un día cualquiera, y me hace un poco más feliz.
Por un 2016 lleno de proyectos y
sueños, y por seguir compartiéndolos contigo.
Gracias, amiga, por ser tú.