miércoles, 23 de diciembre de 2015

Feliz Navidad





                                             https://youtu.be/gjXt2tcFbuQ


Ella es de las personas que están siempre al pie del cañón. Para lo bueno, y para lo malo. Entonces resurge de la nada, sin esfuerzo, como un ángel que siempre acecha, cantando en el lugar preciso la canción adecuada, soltando una broma a la medida exacta de la necesidad, escondida detrás de un  teléfono, que debería querer agotarse, pero que nunca se agota. Y no es que te escuche, es que sabe desviar las penas con elegancia, y hacer que te olvides de los inconvenientes de la vida, convirtiéndolos en sonoras risas. Creo que pocas personas tienen la capacidad de transformar lo malo en bueno de esa manera, y hacer, incluso, que acabes adorando esos instantes.

Y ella es de las pocas personas que pueden hacerme reír a carcajadas cuando una mañana aún no me ha dado tiempo ni a lavarme la cara. Da igual cuan grande sea el problema; ella lo reduce hasta hacerlo desaparecer. Y estoy segura de que el día que no lo consiga, será el día en que se acabe el mundo.

Y, ¿por qué me gusta? Simplemente porque es muy Ella; transparente, generosa, divertida; porque es de esas personas  que vive la vida con alegría, exprimiendo cada momento como si fuese el último. Y a mí me encanta participar en todas sus locuras, porque la vida se me hace mejor, y más fácil.
Y ella, como sabe que me encantan las sorpresas, me sorprende un día cualquiera, y me hace un poco más feliz.

Por un 2016 lleno de proyectos y sueños, y por seguir compartiéndolos contigo.
Gracias, amiga, por ser tú.
Gracias por formar parte de mi vida.






sábado, 31 de octubre de 2015

INSPIRACIONES NOCTURNAS II






                                                           

Encendió su mirada triste cuando el mundo yacía en silencio. Acongojada, se mostraba sedienta de una luz que creía robada. Ese anochecer imperturbable, las estrellas la miraban sin decir nada y comenzaban a apagarse, traicionadas, como cigarrillos que solo esperan la muerte. La luna sentía miedo por primera vez. Fue la misma noche en que yo empecé a sentirlo.
                                                                                                            

"Sacrilegio" 
María Elena Guillén
Microrrelato seleccionado por Diversidad Literaria















lunes, 7 de septiembre de 2015

SAMUEL TAYLOR COLERIDGE








¿Y si durmieras?
¿Y si,
en sueños,
soñaras?
¿Y si,
en el sueño,
fueras al cielo
y allí cogieras
una extraña
y hermosa flor?
¿Y si,
al despertar,
tuvieras esa flor
en la mano?





martes, 12 de mayo de 2015

GRACIA TRINIDAD, ENRIQUE




                                     https://youtu.be/6wLti06X_Bc






NANA


Para dormir esta noche
debería tener tranquilo el corazón
y todos los asuntos ordenados,
ver cómo se resuelven
mis disputas de siempre con la vida cotidiana.
Debería saber que el habitante del espejo
que se ocupa a diario de fingir que soy yo,
no me es extraño;
que no es irremediable esta amargura
de caja de cartón bajo la lluvia,
esta tristeza sin cuartel,
alimentada siempre de la misma
sustancia que la vida.

Pero están mal las cosas, por qué disimular.
Mi sangre sabe a luces de guarida nocturna
y mi vientre discute con los codos la manera más digna
de llegar a ser hombre simplemente, suficiente, feliz, enamorado.
Para dormir esta noche
debería poner a la muerte en su sitio,
en su lugar al tiempo
que me roba los sueños de cada madrugada
y los malvende.
Sería necesario
subir entre las ruinas de mi aliento y gritar
que el dolor es un hijo de puta inconfensable,
que la tierra aborrece las huellas que le cuentan las verdades a medias,
los vulgares asombros de aquel idiota que contaba
la historia como un cuento mal contado.

Para dormir esta noche debería estar vivo
Y sólo estoy cansado. Triste.

                                                                          
                                                                                    Enrique Gracia Trinidad


                                                                                                                                www.mediciencia.com














































jueves, 9 de abril de 2015

VICENTE ALEIXANDRE (I)




                                                                                          blog.libera.it
                                                                                             




SE QUERÍAN


Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.


Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.


Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia,seda, mano, luna que llega y toca.


Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.


Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.


Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.


Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.


Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.


(La destrucción o el amor, 1933)
Vicente Aleixandre




♣ ♣ ♣


¡Buena semana!
A partir de ahora os señalaré libros que me he leído o me estoy leyendo, y que me parecen interesantes. Ahí va el de hoy:
Psicohigiene. Javier Urra.


   

                                                            

















































































No

sábado, 21 de marzo de 2015

ÁNGELA REYES (I)




“No se muere ni se nace, sino que se continúa contemplando desde el mar y la tierra”
                                                                                                                     
                                                                                                                       ( Carmen Conde)










SÉ QUE TE VA A DOLER ESTE recuerdo más que otros.
Cuando te lo mencione te quedarás transida,
como si el mar te hubiera golpeado
con su garfio de espuma.
Pero es bueno que hablemos
de padre y de su muerte
para  drenar del corazón tanta resina seca.

Aquel amanecer no tuvo pájaros cantores.
Sabes bien que los pájaros no cantan si se sufre.
Pero sí estaba marzo con su lluvia caliente,
una agua sin edad
dispuesta a no empaparnos.
Lo malo de esta muerte es que se hizo mariposa
y no pudimos atraparla.
Se nos perdió entre la lluvia
como se pierde un niño ciego
en pleno temporal.
Mas, ¿y los pájaros?
¿Por qué no nos cantaron su partida?



Me duele no saber en qué ciudad,
qué calle, qué mañana volveremos a verle
apoyado en la esquina de un lejano cielo.
Qué ángel lo encadena con maroma de sal
a la cancela de esa puerta que no se abre nunca.
Lo peor es si allí también llueve de noche
y el pájaro guardián no avisa
que el lodo sube hasta el tobillo,
que hay que levantarse
a encender una hoguera con paja de pesebre,
para templar siquiera un cuenco
de leche de cabrita.
Cuántas preguntas y Dios siempre callado,
tocando un arpa tan distante
que apenas se la oye. Él tampoco nos ve.
Él no sabe que ahora está lloviendo,
que al mando del paraguas le crecen los latidos,
un reguero de sangre que sube hasta tu brazo.

No sabe
que, en esta larga calle de la vida,
estamos tú y yo
atentas a que un pájaro nos cante
que a padre se le siente regresar.

                            (Ángela Reyes)





“La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo”                                                                                                                                   (Isabel Allende)

       





















































































lunes, 12 de enero de 2015

FÁBULA DE ESOPO



Por mucho que la paz cueste, nunca es cara

Refrán popular






Cuenta la fábula de Esopo que un ratón que vivía en la ciudad iba un día caminando cuando fue convidado por otro ratón que vivía en el campo y que, en su guarida, le dio de comer bellotas, habas y cebada. El ratón de ciudad, muy agradecido, rogó al de campo que le acompañara a la ciudad a divertirse, invitación que este aceptó gustoso.

Una vez en la ciudad, ambos entraron en una rica despensa del palacio donde vivía el ratón de ciudad, la cual estaba repleta de toda clase de manjares. Mostrando todo esto, el ratón de ciudad le dijo al otro: Come, amigo, come todo lo que gustes, pues tengo en abundancia.




Mientras comían alegremente, apareció de repente el despensero y abrió la puerta con gran estruendo. Los ratones, espantados, huyeron cada uno por su lado. Como el ratón de ciudad tenía lugares conocidos para esconderse, rápidamente se puso a salvo, mientras que el otro apenas sabía cómo escapar.

Finalmente, se fue el despensero, la puerta se cerró y los ratones volvieron a salir.

--Ven acá y sigamos comiendo –dijo el ratón de ciudad--. Ya ves cuántos manjares tenemos a nuestra disposición.

--Sí, muy bueno está esto –respondió el campesino--. Pero ¿este peligro es aquí muy frecuente?

--Sí –contestó el otro--, esto sucede a cada instante y,por lo tanto, no debemos prestarle atención.

--¡Oh! – dijo el ratón de campo--. ¡Con que esto sucede a diario! Seguramente vives aquí en la opulencia, pero, sin embargo, prefiero mucho más mi pobreza con tranquilidad a tu abundancia con zozobra.