“No eres sino un fragmento de tu gigantesco ser; una mano que busca el
pan y una mano ciega que sostiene la copa a una boca sedienta”
Una lágrima y una
sonrisa
No cambiaría las penas de mi
corazón por las alegrías de la multitud; ni haría que las lágrimas que la
tristeza hace correr desde todas partes se conviertan en risa. Preferiría, más
bien, que mi vida continuara siendo una lágrima y una sonrisa.
Una lágrima para purificar mi
corazón y permitirme interpretar los secretos de la vida y sus cosas ocultas.
Una sonrisa para acercarme a los
hijos de mi clase y para ser un símbolo de mi glorificación de los dioses.
Una lágrima para unirme con
aquellos de corazón roto; una sonrisa para ser una señal de mi existente
alegría.
Más bien prefiero morir con
añoranza y anhelo que vivir cansado y desesperado.
Desearía que el hambre de amor y
belleza estuviera en las profundidades de mi espíritu, porque he visto a aquellos que están satisfechos ser
las personas más desgraciadas.
He oído el suspiro de quienes
tienen añoranza y anhelos, y es más dulce que la más dulce melodía.
Con la llegada de la tarde, la
flor envuelve sus pétalos y duerme, abrazando su nostalgia. Al amanecer abre
los labios para encontrarse con el beso del sol.
La vida de una flor es nostalgia
y logros. Una lágrima y una sonrisa.
Las aguas del mar se evaporan,
ascienden, se juntan y se convierten en una nube.
Y la nube flota por encima de las
colinas y los valles hasta que se encuentra con la suave brisa, luego cae
llorando sobre los campos y se une con los arroyos, que corren para regresar al
mar, su hogar.
La vida de las nubes es una
separación y un encuentro.
Una lágrima y una sonrisa.
Y así el espíritu se separa del
espíritu mayor para moverse por el mundo material y pasar como una nube sobre
la montaña del dolor y las llanuras de felicidad hasta juntarse con la brisa de
la muerte y regresar de donde vino.
Al océano del amor y la belleza,
a Dios.
De Una lágrima y una sonrisa, 1914
Khalil Gibran
♣ ♣ ♣
Una lágrima: es eso que humedece
los ojos del mundo. Y que el mundo se empeña en ocultar. Es eso que nos
tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y
queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo. Es
tan profunda, que no sabemos con certeza de donde nace, ni si podrá morir
alguna vez.
A veces una lágrima: cicatriza una herida, lava una pena y ablanda.
Una lágrima: es un recuerdo, una angustia, una desesperación, una interrogante.
A veces una lágrima: cicatriza una herida, lava una pena y ablanda.
Una lágrima: es un recuerdo, una angustia, una desesperación, una interrogante.
Una lágrima: puede ser a veces el
comienzo del perdón, la primera luz de la rectificación que hace estrechar una
mano.
Una lágrima: es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda. Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha, funde.
La lágrima: transforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas hierbas que van creciendo en la amistad e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse. La lágrima descubre. El que ignora tus motivos, no te conoce.
Una lágrima: es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda. Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha, funde.
La lágrima: transforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas hierbas que van creciendo en la amistad e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse. La lágrima descubre. El que ignora tus motivos, no te conoce.
Lucas 6:21
No hay comentarios:
Publicar un comentario