lunes, 29 de abril de 2013

Modernismo Hispanoamericano: José Asunción Silva (I)






“Que gloria mayor para un poeta verdadero que ser permanente con un solo poema, el mágico "Nocturno", en el caso de Asunción Silva”

Juan Ramón Jiménez


Me encantan los autores modernistas. No conocía a ninguno hasta que cogí en la facultad “Modernismo Hispanoamericano”. Me apasionó esta asignatura; por ahora ninguna la ha superado. Tanto por la materia, como por la profesora: Evangelina Soltero. Creo que podría ir a escucharla de nuevo sin cansarme y   conservaré sus apuntes toda la vida. Me gustan los autores de esta época porque me identifico bastante con su visión: el fin de siglo con el consiguiente malestar de la época. No estamos a finales de siglo actualmente, pero creo que la situación es muy parecida. Es tanta la corrupción que ya nos estamos acostumbrando a ella. Tantas desgracias, tanta falta de esperanza en un sistema que oprime, todo ello lleva a un ambiente hostil y desangelado.
Aparte de hablar de este autor vamos a ver a grandes rasgos  las características modernistas, para ubicarnos en este espacio de tiempo. El universalismo, cosmopolitismo, aristocraticismo, escapismo, exotismo, son algunos de sus rasgos generales. Estamos hablando de una época donde aparece la Revolución Industrial y destaca  la figura de Luis de Baviera, que reina de 1845 a 1886.

Hay que señalar que, como mucho nos incidió en su día Evangelina, el modernismo no es un movimiento, sino que se trata más bien de una actitud, es un no ubicarse en la nueva sociedad. Son muchos los grandes autores que dio dicha actitud; unos más decadentistas, otros que pasan por diferentes etapas, pero no hay tradición, sólo evolución de espíritu. Lo que critican es la falta de ilusión, de entusiasmo, y todo ello relacionado con la falta de información. 
Éste es el libro que usamos en las clases.Es genial, porque hace un resumen de los mejores autores, haciendo un resumen de su biografía, su  obra y poniendo los poemas o cuentos más señalados de cada uno.





José Asunción Silva fue un poeta colombiano (Bogotá, 1865) - Ibídem, 1896, uno de los más importantes precursores del Modernismo, y, según otro sector de la crítica, uno de los más importantes escritores de la primera generación de modernistas. Con la excepción de breves temporadas en Europa y Venezuela, su vida transcurre en un ambiente cerrado de Bogotá. Es un poeta inconformista, y en su vida hay toda una serie de fracasos y frustraciones, como la pérdida en el naufragio del barco en el que viajaba de toda su obra  (aunque los modernistas estaban en contra de tanto adelanto, hubiera agradecido Silva la existencia del pendrive).Creo que a todos nos ha pasado alguna vez perder datos, y es un horror… Silva era secretario de la delegación colombiana en Venezuela. De retorno a su país, el barco en que viajaba naufragó frente a las costas de Colombia. El se salvó, pero toda la obra que escribió en Venezuela se perdió.


Con la Revolución Industrial la burguesía va adquiriendo poder, y el arte está ya al alcance de cualquiera. Ellos rechazan las máquinas, la vulgaridad, se consideran superiores, desubicados de la sociedad en la que viven, y por ello quieren a la aristocracia. Todo ello hace que tengan a Luis II de Baviera idealizado, ya que dedica su vida y su dinero al arte.




Otro acontecimiento que marca su vida es la trágica muerte de su hermana Elvira de la que habla en “Nocturno” y que veremos después. Toda esta sucesión de desgracias desemboca en suicidio, cuando tan solo contaba con treinta y un años. Una tarde visitó a su médico y, con el pretexto de consultarlo acerca de una enfermedad, le pidió que le dibujara sobre la camisa el corazón. En la noche del mismo día destrozó su corazón pegándose un tiro. Este es otro rasgo que tienen en  común con los románticos, la vocación que tienen a morir jóvenes. El que no se suicida lo hace lentamente en vida…

Este colombiano publicó poco, pero con mucho éxito, y su primera edición es póstuma. Un libro en prosa maravilloso que escribió es “ De Sobremesa”. Recomendado.
No aparece tocado ni por el parnasianismo ni por el preciosismo exterior, pero sí mucho por el simbolismo. Tiene un respeto sagrado por la poesía y obsesión por el tiempo, el recuerdo, la muerte.



Os dejo con dos vídeos de su poema Nocturno. Es impresionante, se lo dedica a su hermana fallecida, “Elvira, mujer de rara belleza, que murió a los veinte años de edad. El poeta la adoraba, se ha dicho incluso que lo unía a Elvira un amor más que fraternal” Años más tarde el poeta se suicidó . Éste es el Nocturno III: 












Una noche
Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
Una noche
En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,
A mi lado lentamente, contra mí ceñida toda, muda y pálida,
Como si un presentimiento de amarguras infinitas,
Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
Por la senda florecida que atraviesa la llanura
Caminabas,
Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
Y tu sombra
Fina y lánguida,
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectadas,
Sobre las arenas tristes
De la senda se juntaban,
Y eran una,
Y eran una,
Y eran una sola sombra larga
Y eran una sola sombra larga
Y eran una sola sombra larga...
Esta noche
Solo; el alma
Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
Separado de ti misma por el tiempo, por la tumba y la distancia,
Por el infinito negro
Donde nuestra voz no alcanza,
Mudo y solo
Por la senda caminaba...
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
A la luna pálida,
Y el chillido
De las ranas...
Sentí frío; era el frío que tenían en tu alcoba
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
Entre las blancuras níveas
De las mortuorias sábanas,
Era el frío del sepulcro, era el hielo de la muerte
Era el frío de la nada,
Y mi sombra,
Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola,
Iba sola por la estepa solitaria
Y tu sombra esbelta y ágil
Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera,
Como en esa noche llena de murmullos de perfumes y de músicas de alas,
Se acercó y marchó con ella
Se acercó y marchó con ella...
Se acercó y marchó con ella...¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con
[las sombras de las almas...
¡Oh las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!...





Y para terminar os dejo con el fantástico “Nocturno” de Chopin. Que tengáis buena semana.










lunes, 22 de abril de 2013

JORGE LUIS BORGES (I)





Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, argentino, nació el 24 de agosto de 1899 en Ginebra, y murió el 14 de junio de 1986. Se le considera uno  de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó poemas,  ensayos  breves, y cuentos.

Su obra es clave en el pensamiento universal y ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones. Se puede decir que  trasciende cualquier clasificación y excluye todo tipo de dogmatismo. La perfección del lenguaje que utiliza, sus grandes conocimientos, el universalismo de sus ideas, la belleza de su poesía, ( ahora veremos algunos de sus poemas), y la gran originalidad de sus ficciones, hace que sea considerado como el gran literato que es.




Borges es considerado uno de los eruditos más reconocidos del siglo XX. Ha escrito una variedad muy abundante en todos los ámbitos: ontologías fantásticas, genealogías sincrónicas, gramáticas utópicas, geografías novelescas, historias universales, bestiarios lógicos, silogismos ornitológicos, éticas narrativas, matemáticas imaginarias, thrillers teológicos, nostálgicas geometrías y recuerdos inventados. Siendo un literato puro pero paradójicamente preferido por los semióticos, matemáticos, filólogos, filósofos y mitólogos,

Destaca especialmente su concepción filosófica, concebida como perplejidad, pensamiento como conjetura y poesía como forma suprema de racionalidad.

Sus posturas políticas le impidieron ganar el  Premio Nobel de Literatura  al que fue candidato durante casi treinta años. Pero supongo que aunque para él fuese importante, todo lo que nos ha dejado hace que el premio tan ansiado no sea tan importante…no creo que sea necesario el reconocimiento de los demás para considerarlo como el gran autor que es. En realidad, el reconocimiento de los demás siempre es lo menos importante. Y no por ello considero que deje de merecérselo.

Os dejo con algunas de sus poesías.



La luna

Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.







La rosa

La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín en la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable.





La lluvia

Bruscamente la tarde se ha aclarado
porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
el tiempo en que la suerte venturosa
le reveló una flor llamada rosa
y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra en cierto.
Patio que ya no existe. La mojada
tarde me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.




Hay un hecho que dará un giro a su vida personal, y es que a los cincuenta y cinco años se queda ciego. Cerramos la entrada de hoy con este precioso poema que escribió a causa de su ceguera.
Os dejo con una de las conmovedoras conferencias que dio, y en la que habla de ella. Merece la pena verlo.

Me quedo con esta parte de la conferencia:



“El mundo del ciego no es la noche que la gente supone. En todo caso estoy hablando en mi nombre, y en nombre de mi padre, de mi abuela, que murieron ciegos, ciegos y sonrientes, y valerosos. Y yo espero morir así.”




Feliz semana.







 Un ciego

No sé cuál es la cara que me mira
cuando miro la cara del espejo;
no sé qué anciano acecha en su reflejo
con silenciosa y ya cansada ira.

Lento en mi sombra, con la mano exploro
mis invisibles rasgos. Un destello
me alcanza. He vislumbrado tu cabello
que es de ceniza o es aún de oro.

Repito que he perdido solamente
la vana superficie de las cosas.
El consuelo es de Milton y es valiente,

Pero pienso en las letras y en las rosas.
Pienso que si pudiera ver mi cara
sabría quién soy en esta tarde rara.



domingo, 14 de abril de 2013

JUAN GELMAN (I)








Ésta es su propia voz de Juan Gelman. Me parece impresionante este poema. Os lo transcribo:



Niños


Un niño hunde la mano en su fiebre y saca astros que tira
al aire / y ninguno ve
yo tampoco los veo /
yo sólo veo un niño con fiebre que tiene los ojos cerrados
y ve
animalitos que pasan por el cielo pacen en su temblor
yo no veo esos animalitos /
yo veo al niño que ve animalitos
y me pregunto por qué esto pasa hoy
¿pasaría otra cosa ayer? /
¿se sacaría el niño mucha pena
del alma ayer? / yo sólo sé que el niño tiene fiebre
tiene el alma cerrada y la hunde
en las cenizas que dejará porque ardió
pero ¿es así? / ¿hunde su alma en las cenizas de sí / un
árbol
mira detrás de la ventana al sol
hay sol /
detrás de la ventana hay un árbol en la calle
ahora por la calle pasa un niño con una mano en el bolsillo
del pantalón
está contento y saca la mano del bolsillo
abre la mano y suelta fiebres que ninguno ve
yo tampoco las veo /
yo sólo veo su palma abierta a la luz
y él / ¿qué ve?
¿ve bueyes que tiran del sol?
yo no sé nada /
no sé qué ve el niño de la mano en el pantalón
ni el niño que tiene fiebre y ve los huesos del Atlántico
y los huesos de todos los mares revueltos en su corazón
yo no veo nada / no sé nada
ni sé en qué día nací /
conozco la fecha pero no el día en que nací
¿o ese día es este día en que muero por enésima vez?
¿es este día en que todos los que han muerto
se vuelven a morir conmigo? / ¿o yo con ellos?
¿en esta luz dulcísima y abierta? /
¿y qué hace el niño con esta luz en su palma?
¿mientras todos trabajan para hacer dinero fuera de esta
luz?
¿encerrados afuera de esta luz que es imposible mirar sin
una luz adentro? /
¿sin un amor con pena adentro?
ahora pasan las cartas que nunca me escribiste
hijo / vos / que tanto nacés de esta luz /
tus cartas tienen fiebres de las que no sé nada
y nunca sabré nada /
parecen pajaritos que vuelan con su serenidad
astros que tiraste al aire y ninguno ve /
yo no los veo ni los ve mi dolor inseguro
pensabas en una vida más limpia que ésta
una vida que se podía lavar
tender al sol de tu bondad /
una vida llena de rostros como viajes
¿dónde están esos rostros / esos viajes?
la vida está desnuda como un mar sin orillas
y no puedo volver la vida atrás
llevarla hasta tu cuna
ni llevarla adelante /
yo soy menos real que la mesa donde como
yo como para ser real como el árbol detrás de la ventana
ahora un niño se le paró al lado /
saca la mano del bolsillo del pantalón
abre su palma a la luz
y piensa que la muerte es la muerte
y no más que eso


De: De palabra


Os pongo una imagen y una pequeña explicación de una foto  que me  ha impresionado, hablando de niños, de los que tanto habla el escritor en sus poemas.







La niña de Vietnam 
Nick Ut, durante la guerra de Vietnam, 1972.
La gente del pueblo de Trang Bang (Saigon), se había refugiado en un templo, cuando empezaron los bombardeos. Kim Phuc, de 9 años (protagonista en la imagen), comenzó a correr junto con muchos otros niños, escapando de las bombas. Sus ropas fueron consumidas por el fuego, y fue en ese instante cuando Nick Ut tomó la imagen y tras ello la llevó al hospital. La imagen fue atribuida al periodista americano Nick Phat y este gano un premio Pulitzer por ella, pero la realidad es que fue el fotógrafo vietnamita Nick Ut quien la tomo para la agencia Associated Press. Hoy en día, Kim está casada y con dos hijos. Preside la Fundación “Kim Phuc”, la cual ayuda a niños víctimas de la guerra y es embajadora de buena voluntad de la UNESCO.






JUAN GELMAN es  argentino y nació en Buenos Aires en 1930. Hijo de
inmigrantes rusos, se convirtió a muy temprana edad en  un poeta  inquieto. En ello tiene mucho que ver su hermano Boris, lector compulsivo, que le influye notablemente en su camino. Como muchos de los grandes poetas en un comienzo tenía otra ocupación, hasta que se dio cuenta de que la poesía era su gran pasión. Por ello, abandona su carrera de química y se inmiscuye por completo en el campo de las letras.











En 1976 sale de Argentina, tiempo en el que está la dictadura militar, y se va a vivir a México quedándose ya de forma definitiva. Son varias sus publicaciones: :«Violín y otras cuestiones» en 1956, «En el juego en que andamos» en 1959,   «Gotán» en 1962, «Los poemas de Sidney West» en 1969,  «Fábulas» en 1970, «Salarios del impío» en 1993, «Sombra de vuelta y de ida» en 1997, «Incompletamente» en 1997  y «Salarios del impío y otros poemas» en 1998.
Además es galardonado con importantes premios: en 1997 obtiene el Premio Nacional de Poesía en Argentina, en el año 2000 el premio Juan Rulfo, en 2004 el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde, en 2005 los premios Iberoamericano Pablo Neruda y Reina Sofía de Poesía, y en el año 2007 el Premio Cervantes.   





Os dejo con una parte de uno de sus recitales.
Esa mujer se parecía a la palabra nunca… ¡GENIAL...!




Que disfrutéis mucho con el vídeo y que  paséis buena semana,

















lunes, 8 de abril de 2013

RAINER MARIA RILKE (I)








Aunque ampliaré un poco la información, os pongo un vídeo que resume  fenomenal lo más significativo de su vida.
 

                                                    http://youtu.be/3Pc47dC6LuM







Rilke nace en Praga, el 4 de Diciembre de 1875, y fallece en Val-Mont, Suiza, el 29 de Diciembre de 1926. Robert Musi, que admira enormemente al poeta señala:

“Este gran poeta lírico no ha hecho nada más que llevar por primera vez a su  perfección la poesía alemana”

Rilke sufrió de leucemia y su vida no fue nada fácil. Lo que tanto gusta de su obra es ese estilo sencillo, y a la vez, estremecedor con un gran manejo de la metáfora, del que se percibe una extraordinaria sensibilidad.
Hoy vamos a centrarnos más en su biografía temprana y en otra ocasión lo haremos de su etapa madura y obras.
Como ya he señalado, dicho autor nació en Praga. Y lo hizo cuando ésta estaba bajo la dirección del impero Austro-Húngaro. En necesario hablar de una infancia marcada por una gran frustración familiar; muere la hija primogénita, sus padres se separan, y es talla desesperación de su madre que viste a su hijo con ropas femeninas hasta bien entrada su niñez.
En 1886 ingresa en una rígida escuela militar, siguiendo los pasos de su padre, y finalizar sus estudios secundarios. Sin embargo afectado por sus problemas de salud tiene que abandonarla. Debido a ello, se prepara un largo tiempo de manera privada y consigue ingresar en la universidad en 1895.

Os dejo con dos de sus maravillosos poemas:





Canción de amor:






¿Cómo sujetar mi alma para
que no roce la tuya?
¿Cómo debo elevarla
hasta las otras cosas, sobre ti?
Quisiera cobijarla bajo cualquier objeto perdido,
en un rincón extraño y mudo
donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse.

Pero todo aquello que tocamos, tú y yo,
nos une, como un golpe de arco,
que una sola voz arranca de dos cuerdas.
¿En qué instrumento nos tensaron?
¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido?
¡Oh, dulce canto!





Canciones de los ángeles:




No he soltado a mi ángel mucho tiempo,
y se me ha vuelto pobre entre los brazos,
se hizo pequeño, y yo me hacía grande:
de repente yo fui la compasión;
y él, solamente. un ruego tembloroso.

Le .di su cielo entonces: me dejó
él lo cercano, de que él se marchaba;
a cernerse aprendió. yo aprendí vida,
y nos reconocimos . lentamente...

Aunque mi ángel no tiene ya deber,
por mi día más fuerte desplazado,
baja a veces su rostro con nostalgia,
como si no quisiera ya su cielo.

Querría alzar de nuevo, de mis pobres
días, sobre las cimas de los bosques
rumorosos, mis pálidas plegarias
basta la patria de los querubines.

Allí llevó mi llanto originario
y pensamientos; y mis diminutos
dolores se volvieron allí bosques
que susurran sobre él...

Sí algún día, en las tierras de la vida,
entre el ruido de feria y de mercado,
la palidez olvido de mi infancia
florecida, y olvido el primer ángel,
su bondad, sus ropajes y sus manos
en oración, su mano bendiciendo;
conservaré en mis sueños más secretos
siempre el plegarse de esas alas,
que como un ciprés blanco
quedaban detrás de él...

Sus manos se quedaron como ciegos
pájaros que, engañados por el sol,
cuando, sobre las olas, los demás
se fueron a perennes primaveras,
han de afrontar los vientos invernales
en los tilos vacíos, sin follaje.

Había en sus mejillas la vergüenza
de las novias, que el espanto del alma
tapan con púrpuras oscuras
ante el esposo.

Y en los ojos había
resplandor del primer día:
pero sobre todo
descollaban las alas portadoras...

Había expectación en la llanura
por un huésped que no acudió jamás:
aún pregunta tal vez el jardín trémulo:
su sonrisa después se vuelve inválida.

Y por los barrizales aburridos
se empobrece en la tarde la alameda,
las manzanas se angustian en las ramas
y les hacen sufrir todos los vientos.

Es donde están las últimas cabañas
y casas nuevas que, con pecho angosto,
se asoman estrujadas, entre andamios miedosos,
quieren saber dónde empieza el campo.

Allí la primavera siempre es pálida, a medias,
el verano es febril tras esas tablas:
enferman los ciruelos y los niños,
y tan sólo el otoño allí tiene algo

de remoto y conciliador: a veces
son sus tardes de suave derretirse:
dormitan las ovejas, y el pastor con zamarra
se apoya, oscuro, en la última farola.

Alguna vez ocurre en la honda noche
que se despierta el viento, como un niño,
y pasa la alameda, solitario,
quedo, quedo, llegando hasta la aldea.

Y a tientas va marchando hasta el estanque
y se para después a oír en torno:
y las casas están pálidas todas
y las encinas mudas...


(Versión de Adrian Kovacsics)







¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE!



lunes, 1 de abril de 2013

ENRIQUE GRACIA (II) RASTRO DE MADRID









Hoy vamos a hablar de un "trocito" de la capital de España. Y qué mejor manera de hacerlo que con Mentidero de Madrid, de Enrique Gracia. El domingo pasado estuve en el rastro, y me dije que sería una buena entrada, así que allá vamos. Os pongo unas fotitos de un  domingo 17 de Marzo de 2013 ( hechas por el maravillloso fotógrafo Antonio,jeje) , espero que os gusten.
Iba a buscar una introducción para ver el origen de la zona que tanta tradición lleva a sus espaldas, pero creo que Enrique, en pocas frases, lo resume a la perfección, así que os dejo con ellas:





“La ribera de Curtidores toma el nombre de los muchos trabajadores de este oficio que había en la zona. Por allí cerca se instaló el primer matadero municipal a finales del siglo XV (luego más abajo, junto al río) y por allí subían los carromatos con reses muertas hacia las zonas de las carnicerías cercanas a la Plaza Mayor o el barrio de Lavapiés cuando, tras la expulsión, ya no era la judería madrileña.
El rastro de sangre que inevitablemente teñía el suelo de aquel camino dio nombre a la zona y luego al mercado de objetos viejos que es el famoso Rastro madrileño.
Es lógico que en todo ese entorno de las afueras con arroyos que bajaban hacia el río se situasen —siglo XV y siguientes— mataderos, talleres de curtidores, carnicerías e incluso cuchillerías y vaciadores. El agua era para ellos especialmente necesaria. 
Resulta curioso que el verbo afanar sea básicamente entregarse al trabajo con esfuerzo y vehemencia pero se use también, vulgarmente, con el significado de hurtar o estafar. Ambas condiciones se dan en el famoso Rastro madrileño.”









Es curioso pararse a pensar por qué las calles se llaman de una determinada manera y no de otra. Creo que antes nunca me fijaba, pero últimamente me ha dado por analizar mucho más cada sitio por el que paso, respirar la esencia del lugar, pensar qué gentes habitan en él.
Un día íbamos paseando por el barrio de los Austrias en una de las visitas guiadas por mi tía, que tan bien nos enseña el “Madrid profundo” y sus curiosidades, y mi amiga Elena hizo una reflexión. Siempre que pasaba por un lugar imaginaba qué estarían haciendo las personas que habitan en  cada uno de los espacios del mundo, cómo serían sus vidas,etc. Ahora miro todas las ventanas cuando paseo relajada por cualquier calle.







Centrándonos en el paseo por el rastro, creo que lo que más llama mi atención es el olor a antigüedad que se respira nada más poner un pie en el lugar. Lo antiguo tiene una magia que no posee lo nuevo. Si tuviese que decorar una casa, creo que tiraría hacia lo moderno, y sin embargo, el halo que ofrece lo antiguo no tiene nada que envidiarle, e incluso me atrevería a decir  que le es necesario.
La belleza de un paseo por los barrios más castizos de Madrid no tiene precio. Vivo cerca de la capital  y no lo conocí  realmente hasta el pasado año. Y me queda mucho por conocer.








Un domingo en el rastro es que como trasladarse años atrás. Eso gusta, porque se rompe con la rutina del estrés y las prisas con las que vivimos habitualmente.
Entonces te das cuenta de la magnitud del espacio en el que vives. Cuando ves a un señor, machacado por los años, con una expresión en los ojos que encierra historia, y un alma que desprende  una quietud, de la quizás muchos carecemos, es irremediable ponerse a comparar. Cuando ves que en su puesto hay un cartel donde se anuncia “Todo a 0,50 €” y ves una muñeca sin cabeza, un tornillo que posiblemente ya no tenga cabida en ningún agujero, o un objeto del que se desconoce su utilidad, es entonces cuando te detienes y piensas ¿Qué importancia puede tener todo lo demás en este preciso instante, cuando aún queda gente que se gana la vida vendiendo un muñeco viejo que carece de extremidades?, ¿ Es quizás una lección para los que tenemos cabeza y ojos, para los que tenemos el privilegio de poder ver y la mayoría de las veces no vemos? Ver y contemplar. Habría que hacer más esto último.
Cuando mi hermana era pequeña y fue en una ocasión al rastro se quedó obsesionada porque había visto una muñeca sin cabeza, y no quería volver. Era demasiado joven para entender que en el mundo faltan demasiadas...











Os transcribo uno de los poemas que viene contenido en el libro, relacionado con el  tema al que hago hoy referencia,  y que me encanta.



RIBERA DE CURTIDORES (“El Rastro”)


“Somos todo lo honrados que usted quiera creer”
                                                   (Patxi Andión)



Hay lugares extraños donde el vidrio reluce como los pies de un santo, y los santos se agrupan en madera o en sueño, y los sueños recuerdan al óxido y al grito, y los gritos no saben más que de profecías.

Hay lugares donde las profecías son artificio y cruz, y las cruces aún buscan su cristo o su pasado, y el pasado es ahora y es mañana, y mañana es ayer, y ayer huele a silencio y a cerveza.

Hay lugares donde toda cerveza busca el canto, y el canto tiene agujas en las manos, y la mano se afana.

Hay lugares donde el afán es múltiple y redondo, y lo redondo tiene forma de estuche, y los estuches contienen el recuerdo y sus perlas, y las perlas son ojo de cristal, el ojo de cristal mira con insolencia, y la insolencia a veces desayuna.

Hay lugares donde se desayuna con los viejos cacharros de la infancia, y la infancia es un globo, un tirachinas, una capucha verde, y la capucha entiende de las lluvias en todos los relojes, a pesar de ser verde.

Hay lugares donde el reloj no importa más que el aire de la mano, su dorso, su dibujo, su talento que ofrece, toma, quita o da. Y la mano se afana.

Hay lugares donde el afán es página de libro, y el libro sabe todas las respuestas, y las respuestas callan y compran un lápiz de colores, y el color es tan ciego como algunas cucharas, y las cucharas tienen triste los párpados, y el párpado es tristeza en un salero, y el salero es azul.

Hay lugares donde el azul recuerda que fue rojo, y el rojo anda buscando su camisa, y la camisa juega con el plato, y el plato es cerámica esmaltada, y el esmalte conoce un corazón de niña, y la niña se duerme en la trastienda, y la trastienda es gato cascabel de gato.

Hay lugares extraños donde los cascabeles suenan a concierto de espuma, y la espuma es la mano. Y la mano se afana. 






Cerramos el blog de hoy  con Joaquín Sabina y su famoso “Pongamos que hablo de Madrid”
Qué tengáis una buena semana!



                                                 http://youtu.be/4dneHTCn0ic