lunes, 26 de noviembre de 2012








Hoy voy a hacer un inciso antes de empezar, para dar la bienvenida a Alejandro, nuestro nuevo miembro de la familia, que  ha nacido  sanito y  muy despierto... ¡Precioso!

Y por supuesto, felicitar  a sus padres. Especialmente a su madre a la que le ha costado un poquito traerlo al mundo. Este vídeo es para ella:



                                                          http://youtu.be/15IEnEegHWE



Bienvenido, Alejandro.



                                                                       ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣





La  entrada del blog de hoy está  también dedicada especialmente  a alguien que nos ha dado la noticia de que va a ser mamá, y además a quién le encanta Portugal .Hoy  hablaremos de Fernando Pessoa, el gran poeta portugués. Espero que te guste.¡Enhorabuena!:



                                                          http://youtu.be/mucrBJv6LV0




FERNANDO PESSOA



                                                  http://youtu.be/QqqbJmqmu24



Os pongo el enlace por si queréis  ver el reportaje, aunque transcribo lo que se dice, por si preferís leerlo ( está en portugués, subtitulado en español);

“El gran portugués cuya vida y obra evocaremos es Fernando Pessoa, uno de nuestros más grandes poetas. Para muchos, es con seguridad, el más grande. Fernando Pessoa permaneció en Lisboa, apenas por un simple incidente burocrático, como veremos. Habiendo tenido el inglés como lengua matriz, puesto que en África del Sur, por razones familiares, la infancia y la adolescencia, su sueño era obtener una beca que le permitiera seguir sus estudios en Oxford, en Cambridge; en el Reino Unido.Una beca para el estudiante brillante que era Fernando Pessoa, debería haber sido fácil de obtener, pero no fue así. Y habiendo regresado a Portugal a los diecisiete años, aquí se quedó para escribir como nadie, sobre la tragedia de la existencia, la incertidumbre de la vida y la muerte, los sueños, las ilusiones y las desilusiones. Por esto, todos nosotros nos identificamos con alguna parte de su vasta obra. En Lisboa, erró de casa en casa y de oficina en oficina. Desilusionado de la educación superior, será un oscuro técnico comercial, después de su fracaso en pequeños negocios y cortas incursiones en otras profesiones, incluida la de publicista. Y a pesar de su enorme talento, no es reconocido sino por sus pares, puesto que en vida, no logra publicar sino un libro. Se trata de “Mensaje.”De su enorme obra, repartida entre las diversas identidades de los diferentes heterónimos, todavía hoy, quedan algunos inéditos. Pero hace mucho que el mundo lo reconoció como uno de los grandes poetas del siglo XX, traducido a 37 lenguas, tantas como los años que vivió (47). Será la periodista y escritora Clara Ferreira Alves la defensora de este gran portugués. “Estamos en 1905, Fernando Pessoa tiene 17 años, viaja solo a bordo del “Herzog”, barco de vapor alemán que lo apartará para siempre de África y del sueño de estudiar en una universidad inglesa. Alumno brillante, el joven Pessoa no logra ganar la beca para estudiar en Inglaterra, a pesar de haber obtenido la mejor nota de la candidatura. Para continuar los estudios, se vio forzado a dejar a la familia y regresar a Portugal. En ese tiempo, los viajes por mar, los viajes en  barco demoraban días, meses. Durban, en la costa del Indico, en la punta de África es bañada por las mismas aguas que Gama atravesó en sus navíos, buscando la India. Para Fernando Pessoa, el viaje en barco hacia Lisboa, debe haber sido un largo viaje de desaliento y nunca más viajó. En Lisboa, comienza otro viaje: un viaje interior, un viaje de creación.

Fernando Pessoa, solitario en Lisboa, la ciudad por la que siempre anduvo, de casa en casa, de oficina en oficina, entre cafés y tabernas, entra amigos y familia. Siempre solitario. Treinta años fue lo que necesitó este oficinista para fundar una obra que es, prácticamente, una cosmología, es decir, a un viaje cósmico. Fernando Pessoa parte de las calles estrechas de “A baixa” para el universo. Fue fundador de una lengua portuguesa moderna junto con Cesario Verde a quien admiraba. Trabajó el ritmo de las palabras y de  las frases, trajo a la literatura la sonoridad del día a día. Supo escribir la tragedia de la existencia, la incertidumbre de la vida y de la muerte, los sueños, las ambiciones, as ilusiones y las desilusiones, las contradicciones, las fallas de nuestros diversos “yos”, de nuestra múltiple identidad. Nos apasiona Fernando Pessoa porque él transforma su vida y su cotidianidad, su pensamiento y su viaje intelectual en una experiencia universal de la que todos participamos.

Os dejo con uno de sus poemas más conocidos:


 http://youtu.be/7L59yASwGVc ( en portugués) 
 http://youtu.be/Jfu1D9X14Go ( en español)






Tabaquería

No soy nada.
Nunca seré nada.
No quiero ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Ventanas de mi cuarto,
Del cuarto de una de las millones de personas del mundo que nadie conoce
(Y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?)
Miran hacia el misterio de una calle atravesada constantemente por la gente,
Hacia una calle inaccesible para todos los pensamientos,
Real, imposiblemente real, verdadera, desconocidamente verdadera,
Con el misterio de las cosas por debajo de las piedras y de los seres,

Con la muerte que produce humedad en las paredes y cabellos blancos en los seres,
Con el Destino que conduce la carroza del todo por la carretera de la nada.



Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviera a punto de morir,
Y no tuviese otro vínculo con las cosas
Que no fuera una despedida, convirtiendo a esta casa de este lado de la calle
En la hilera de vagones de un tren, con la partida silbada
Desde dentro de mi cabeza
Y una sacudida de mis nervios y huesos que crujen durante la salida.



Hoy estoy perplejo, como quien pensó y encontró y olvidó.
Hoy estoy dividido entre la lealtad hacia
la Tabaquería del otro lado de la calle, como algo real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como algo real por dentro.

Fracasé en todo.
Como no tuve ningún objetivo, tal vez todo fuera nada.
Del aprendizaje que me dieron,
Me descolgué por la ventana trasera de la casa.
Fui hasta el campo con grandes propósitos,
Pero allá sólo encontré hierbas y árboles,
y cuando había gente era igual a la otra.
Dejo la ventana, me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?

¿Qué se yo de lo que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Seré lo que pienso? ¡Pero pienso en ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan en ser la misma cosa que no puede haber tantos!
¿Genio? En este momento
Cien mil cerebros se conciben en sus sueños tan genios como yo,
Y la historia no reseñará, ¿quien sabe?, ni siquiera a uno,
De tantas conquistas futuras quedará apenas estiércol.



No, no creo en mí...
¡En todos los manicomios hay locos perdidos llenos de certezas!
Y yo que no tengo ninguna certeza, ¿soy más cuerdo o menos cuerdo?
No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
No habrá en este momento genios-para-si-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-Sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas-,
Y quién sabe si realizables,
Nunca verán la luz del sol ni llegarán a oídos de nadie?



El mundo es de quien nace para conquistarlo
Y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado más que Napoleón.
He apretado contra el pecho hipotético más humanidades que Cristo.
He pensado en secreto sobre filosofías que ni siquiera Kant escribió.
Pero soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
Aunque no viva en ella;
Seré siempre el que no nació para eso;
Seré siempre sólo el que tenía cualidades:
Seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pié de una pared sin puerta,
Y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
Y oyó la voz de Dios en un pozo tapiado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Que derrame la naturaleza sobre mi cabeza ardiente
Su sol y su lluvia, el viento que encuentra mi cabello,
Y lo demás que venga si es que viene o vendrá, o que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
Conquistamos el mundo entero antes de levantarnos de la cama;
Pero despertamos y es opaco,
Nos levantamos y es ajeno,
Salimos de casa y es la tierra entera,
Junto al sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.



(Come chocolates, pequeña;
¡come chocolates!
Mira que en el mundo no hay más metafísica que los chocolates.
Mira que todas las religiones no enseñan más que una confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá yo pudiese comer chocolates con la misma verdad con que comes!
Sin embargo yo pienso, y después de retirar el papel de plata, que es de estaño,
lo tiro todo al suelo, como tiré la vida)


Pero al menos queda la amargura de lo que nunca seré
La caligrafía rápida de estos versos,
Pórtico destruido hacia lo Imposible.
Al menos me consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
Noble al menos en el gesto amplio con el cual arrojo
La ropa sucia que soy, sin recibo, al transcurrir de las cosas,
Y me quedo en casa sin camisa.



(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
Ya seas diosa griega, concebida como estatua viva,
O patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
O princesa de trovadores, muy gentil y colorida,
O marquesa del siglo dieciocho, escotada y distante,
O cortesana célebre del tiempo de nuestros padres,
O algo moderno -no puedo imaginarme qué-
Todo eso, sea lo que fuera que seas, si puede inspirar, ¡que inspire!
Mi corazón es un balde vaciado.
Como invocan espíritus quienes invocan espíritus me invoco
a mí mismo y no encuentro nada.
Me acerco a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan,
Veo los entes vivos vestidos que se cruzan,
Veo los perros que también existen,
Y todo eso me pesa como una condena al destierro,
Y todo eso es extranjero, como todo).



Viví, estudié, amé y hasta creí,
Y hoy no hay un mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
Le miro a cada uno los andrajos y las llagas y la mentira,
Y pienso: tal vez nunca viviste ni estudiaste ni amaste ni creíste
(Porque es posible basar la realidad en todo eso sin hacer nada de eso);
Tal vez hayas existido apenas, como una lagartija a la que le cortan la cola
Y sólo es una cola removiéndose, más acá de la lagartija.



Hice de mí lo que no supe.
Y lo que podía hacer de mí no lo hice.
Vestí un dominó equivocado.
Después me conocieron por quién no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme la máscara,
Estaba pegada a la cara.
Cuando la arranqué y me vi en el espejo,
Ya había envejecido.
Estaba borracho, ya no sabía vestir el dominó que no me había quitado.
Tiré la máscara y dormí en el guardarropa
Como un perro tolerado por la gerencia
Por ser inofensivo.
Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime.



Esencia musical de mis versos inútiles,
Ojalá pudiera descubrirte como algo hecho por mí,
Y no me quedase siempre frente a la Tabaquería de enfrente,
Pisoteando la conciencia de existir,
Como si fuera una alfombra en la cual tropieza un borracho,
O una esterilla que no valía nada robada por los gitanos.



El dueño de la Tabaquería se asoma a la puerta y se queda en la puerta.
Lo miro con la incomodidad de una cabeza torcida
Y con la incomodidad de un alma que está malentendiendo.
El morirá y yo moriré.
El dejará su letrero y yo dejaré versos.
Algún día también morirá el letrero, y los versos también.
Después de ese día morirá la calle donde estuvo el letrero,
Y la lengua en que fueron escritos los versos.
Morirá después el planeta giratorio donde ocurrió todo esto.
En otros satélites de otros sistemas algo similar a la gente
Seguirá haciendo cosas como los versos y viviendo debajo de cosas como los letreros,
Siempre una cosa frente a la otra,
Siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
Siempre el misterio de los profundo tan verdadero como el sueño del misterio de la superficie,
Siempre esto o siempre otra cosa, o ni una cosa ni otra.



Pero un hombre entra a la Tabaquería (¿para comprar tabaco?),
Y la realidad de lo plausible cae de repente sobre mí.
Me incorporo a medias enérgico, convencido, humano,
Y voy a intentar escribir estos versos en que digo lo contrario.
Enciendo un cigarrillo mientras pienso en escribirlos
Y saboreo en el cigarrillo la liberación de todos los pensamientos.
Sigo al humo como si fuera una ruta personal,
Y gozo, en un momento sensible y competente,
La liberación de todas las especulaciones
Y la conciencia de que la metafísica es la consecuencia de encontrarse indispuesto.



Después me reclino en la silla
y continúo fumando.
Mientras el Destino me lo conceda, seguiré fumando.



(Si me casara con la hija de mi lavandera
Tal vez sería feliz).
En vista lo cual, me levanto de la silla. Voy a la ventana.



El hombre sale de la Tabaquería (¿guarda el cambio en el bolsillo de los pantalones?)
Ah, lo conozco: es Esteves el que no tiene metafísica.
(El dueño de la Tabaquería se asoma a la puerta).
Como por un instinto divino Esteves voltea y me ve.
Hace el gesto de un adiós, le grito ¡Adiós Esteves!, y el universo
se me reconstruyó sin ideal ni esperanza, y el Dueño de la Tabaquería sonrió.


                                                                 ♦♦♦♦♦♦♦♦♦


“Tabaquería es uno de los grandes poemas de la historia de la humanidad. Su autor Álvaro de  Campos, el famoso  heterónimo, porque Pessoa fue el escritor de los heterónimos, de los seudónimos, de los nombres de múltiples personajes. Y en nombre de ellos, escribió una obra sin igual. Pessoa inventó muchas personas

Como el contenido del blog de hoy es muy extenso, dejamos sus muchos otros poemas para otras entradas.

Os dejo con una preciosa canción de  la voz de Mariza  en la que canta de manera impresionante  un  poema de éste.( Letra en español por el poeta Angel Crespo):
 
                                

                                                 http://youtu.be/3e88zFMR92Y



Besos, y hasta la semana que viene!



lunes, 19 de noviembre de 2012





WALT WHITMAN (I)







             
                                                       


                                  



                                                          http://youtu.be/mru9JpCk7a8




Creo que una hoja de hierba, no es menos
que el día de trabajo de las estrellas,
y que una hormiga es perfecta,
y un grano de arena,
y el huevo del régulo,
son igualmente perfectos,
y que la rana es una obra maestra,
digna de los señalados,
y que la zarzamora podría adornar,
los salones del paraíso,
y que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza a las máquinas,
y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera todas las estatuas,
y que un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.

(Primera parte)
                         


No tengo autor preferido. Pero si me obligasen a escoger, creo que dicho poeta estaría entre los tres primeros de mi lista.
Era un gran amante de los animales, y creo que eso es muy importante porque demuestra su gran sensibilidad. Es también el autor de las pequeñas cosas, que se fija en lo que quizás nadie repara. Y por eso me gusta. Todos sus poemas son pura vida, realidades que muchas veces se tienen delante y de las que se hace caso omiso. Creo que éstos son los GRANDES. Os dejo con un poema que muestra su persona:





Estoy enamorado de cuánto crece al aire libre,
de los hombres que viven entre el ganado,
o de los que paladean el bosque o el océano,
de los constructores de barcos y de los timoneles,
de los hacheros y de los jinetes,
podría comer y dormir con ellos semana tras semana.
Lo más común, vulgar, próximo y simple,
eso soy Yo,
Yo, buscando mi oportunidad, brindándome
para recibir amplia recompensa,
engalanándome para entregar mi ser
al primero que haya de tomarlo,
sin pedir al cielo que descienda cuando yo lo deseo,
esparciéndolo libremente para siempre.
(Versión de León Felipe)





El impresionante WALT WHITMAN nació en West Hills, Suffolk, Nueva York, Estados Unidos, el 31 de Mayo de 1819, y falleció en Camdem, Nueva Jersey, Estados Unidos, el 26 de marzo de 1892.

Era el segundo de nueve hermanos y pasó casi toda su infancia en Brooklyn. Su padre era carpintero y su madre devota de la religión cuáquera. Supongo que muchos de vosotros no sabréis de qué trata esta religión. Yo al menos no lo sabía, y he indagado un poquito. Se trata de una comunidad religiosa fundada en Inglaterra. Se les llamó Quakers ( temblor en ingés) o tembladores, ya que  en sus reuniones era común que temblaran durante el silencio. Sin embargo se trataba de  un temblor interno, que casi no se percibía en el exterior. Aunque no tienen credo oficial y tienen muchas creencias distintas, son considerados una de las Iglesias de Paz históricas.

Trataban de encontrar la verdad y de revivir las experiencias del cristianismo primitivo. Defendían la creencia de que cada persona lleva algo de lo divino dentro de sí, sin necesidad de sacramentos ni sacerdotes. Se puede decir, que en resumidas cuentas, defienden una vida sencilla,  una buena justicia, pacifismo y honradez muy estricta. Para ellos es importante también  que todos los cristianos, incluidas las mujeres, participasen en el misterio de la religión.


Whitman recibió una enseñanza breve y fragmentada. Trabajó en sus comienzos como maestro itinerante, y posteriormente trabajó en una imprenta. Es en este trabajó donde se hará mayor su relación con los libros y donde hace sus primeros pinitos  con el periodismo, integrando la redacción de diarios y revistas de New York, y progresando tanto que llegó a la dirección de los diarios Long Islander y Brooklyn Eagle, en 1846.
El próximo día seguiré hablando de su biografía para no alargarme demasiado.
 





Os dejo con UN PRECIOSO poema. Pasa igual que con Benedetti; no te cansas jamás de leerlo o escucharlo ¡ Espero que os guste!

Qué disfrutéis y  la próxima semana nos vemos de nuevo…



                                         
                                              http://youtu.be/pklg6nVOpIA



NO TE DETENGAS

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...

(Versión de: Leandro Wolfson)

                                                  
                                                             






domingo, 11 de noviembre de 2012





OTOÑO




En el alto otoño del mar
lleno de niebla y cavidades,
la tierra se extiende y respira,
se le caen al mes las hojas.

(Pablo Neruda,"Testamento de otoño”)

 




Estamos a once, casi doce de Noviembre, y la entrada de  hoy voy a cambiarla un poquito. En lugar de hablar de un autor en  concreto,  vamos a ver diferentes poemas que distintos autores han escrito acerca de esta estación.


Hay quienes piensan que es una estación triste; descienden las temperaturas, la oscuridad se hace más presente, parece que la muerte acecha con más ímpetu…

Pero también los paisajes se vuelven de un tono amarillento con una magia especial, y  hay un hueco para una melancolía que quizás no se tiene en otras estaciones. Y que a veces es necesaria…

Vamos a ver lo que  ha sugeridos a distintos escritores de la estación que nos aleja del verano y se enamora lentamente del  invierno. Quizás la tristeza esté presente, pero también es imprescindible. Al igual que hace falta tener sed para valorar el agua, el desamor para encontrar el amor, el hambre para apreciar los alimentos. Hace falta el otoño.
Creo que todo ocurre por algo, que todo existe por algo y que todas las estaciones tienen su “algo”. Así se ha visto desde tiempos inmemoriales y así se verá cuando ninguno de los que leemos este blog nos encontremos ya presentes; en un mundo donde las hojas siguen cayendo a partir del mes de octubre, donde nuestras pisadas crujen mientras caminamos y donde la oscuridad, envidiosa, le quita protagonismo a la luz.

Así es el otoño. Y así se ha visto por nuestros grandes autores:


El cárdeno otoño
no tiene leyendas
para mí. Los salmos
de las frondas muertas,
jamás he escuchado,
que el viento se lleva.
Yo no sé los salmos
de las hojas secas,
sino el sueño verde
de la amarga tierra.
(Antonio Machado, "Otoño")


                        ♦♦♦♦

El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
(Ángel González, "El otoño se acerca")





Abandonada al lánguido embeleso
que alarga la otoñal melancolía,
tiembla la última rosa que por eso
es más hermosa cuanto más tardía.
[...]
Y en una blanda lentitud, dichosa
con la honda calma que la tarde vierte,
pasa el deshojamiento de la rosa
por las manos tranquilas de la muerte.

(Leopoldo Lugones, "Rosa de otoño")

                        ♦♦♦♦


Aquel verano, delicado y solemne, fue la vida.
Fue la vida el verano, y es ahora
como una tempestad, atormentando
los barcos fantasmales que cruzan la memoria.
[...]
Se muere el mar de otoño
y hay niños que apuñalan las estatuas
y las olas arrastran candelabros, sables rotos.
Alguien que no conozco me persigue llorando
pero sé que el verano fue la vida.

(Felipe Benítez Reyes, "Las sombras del verano")






El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.
( Federico García Lorca, "Alma ausente")

                        ♦♦♦♦


(Belleza del durmiente
que agita imperceptible el mudo pecho
para alzarse después con mayor vida;
como en la primavera los árboles del campo.)
¿Cómo en la primavera...?
No es lo que veo, entonces, trastorno de la muerte
sino el soñar del árbol, que desnuda,
su frente de hojarasca,
y entra así cristalino en la honda noche
que ha de darle más vida.
[...]
Las rotas alas de la noche caen
sobre este vasto campo de ceniza:
huele a carroña humana.
La luz se ha vuelto negra, la tierra
sólo es polvo, llega un viento
muy frío.
Si fuese muerte verdadera la de este bosque de oro
sólo habría dolor
si un hombre contemplara la caída.
Y he llorado la pérdida del mundo
al sentir en mis hombros, y en las ramas
del bosque duradero,
el peso de una sola oscuridad.

( Francisco Brines, "Otoño inglés")

                        ♦♦♦♦

Melancolía
Me siento, a veces, triste
como una tarde del otoño viejo;
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo
de historias tristes, sin poesía... Historias
que tienen casi blancos mis cabellos.

(Manuel Machado, "Melancolía")





Aquí llega el otoño, con su voz de ceniza,
desalentando sueños, cubriendo de hojarasca
las imágenes rotas que el corazón conoce.
(Jon Juaristi, "Cambra de la tardor")

                    ♦♦♦♦

Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
La radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
[...]
Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.
No vuelven las mujeres con las cuales
cambiabas años de tu soledad
por un fugaz momento de ternura.
Tan ardiente es la vida en el otoño,
que en las horas de angustia no podrás
amar ni a la mujer que ya has perdido
( Joan Margarit, "Cosas en común")


                    ♦♦♦♦

Si no hay conocimientos en las cenizas
dejémoslas caer en la belleza frágil
de este rosal que tiembla en el otoño.
( Francisco Brines, "Despedida al pie de un rosal")

                    ♦♦♦♦

El otoño fue para nosotros un hermano de la primavera, una época de fiesta para recordar las penas y pasadas alegrías del amor. Las hojas que se marchitaban tenían los colores del crepúsculo, solo el pino y el laurel permanecían eternamente verdes. Se demoraban en los aires cálidos las aves migratorias, otras se dispersaban por viñas y huertos y cosechaban alegremente lo que los hombres habian desdeñado. Y la luz celeste corría más sonora desde el cielo abierto; a través de todas las ramas sonreía el sol sagrado, el buen sol, al que nunca nombro sin alegría y agradecimiento, el cual, a menudo, me ha curado con una mirada de mi honda pena y ha purificado mi alma del desaliento y de la preocupación.

Fue en los hermosos días del otoño cuando, medio curado de mi herida, pude volver a acercarme por primera vez a la ventana.  Volví a la vida con mayor serenidad en mis sentidos, y mi alma se había vuelto más atenta. El cielo alentaba sobre mi con su más discreto encanto, y los cálidos rayos del sol descendían dulcemente, como una lluvia florecida. Había en aquella estación del año un espíritu grande, sereno y cariñoso, y la calma de lo completo, la delicia de la madurez en las ramas susurrantes, me envolvieron como la nueva juventud que los antiguos esperaban encontrar en su Elíseo.


( Hiperión, Hölderlin)

                     ♦♦♦♦
 




                                                             
                                                                          

                                                                                                                                                                         Lágrimas de otoño

                                                                                                                                                                   Gotitas en una hoja seca.

                                                                                                                                                                                         Montseny.

                                                                                                                 http://www.flickr.com/photos/hoskillar/4100415969/

                                                                         
Y me atreveré a poner algún poema mío...:




Tus lágrimas caían
como se desploman
las hojas en otoño.

Así se deslizaban,
raudas, suaves.
Mojaban tu rostro
acompañadas de una angustia
ahogada, impenetrable.

Intenté recogerlas, una a una,
y se perdían entre mis  dedos
que solo querían pararlas. No pude.

Hoy  vuelvo a intentarlo.
Y tus lágrimas se deshacen antes
de tocar mis manos.
Será porque el otoño quiere
guardarse para sí tu triste aura.

Dejaré que así sea.
Dejaré que llegue la primavera
y que tus lágrimas sean solo fantasmas
que un día acecharon como lo hace
la expectante sombra.

Dejaré que el otoño emigre
robando las llamas
tristes de tus ojos.

Desearé que regreses, risueña,
que tus ojos
se rían de las volátiles hojas.

Que el otoño se marche
y con él, se vaya  tu tristeza.
Que el otoño abandone…
y vuelvas, y vuelvas a mirarme.








Y mi preferido…





TE RECUERDO COMO ERAS


Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.




(Pablo Neruda. poema 9, veinte poemas de amor y una canción desesperada)

Espero que os haya gustado. Os dejo con el impresionante “El otoño” de Vivaldi; que lo disfrutéis, y que paséis una buena semana!


              
                                                http://youtu.be/U8v12M2mRVM

   




















domingo, 4 de noviembre de 2012




GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER (I)









                                                           http://youtu.be/4C9bnFrq5Ew



Rima IV


No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!


                ♦ ♦ ♦



Es cierto que prácticamente todos los autores han intentando e intentan definir la poesía. Pero todos están de acuerdo en que ésta es muy difícil de definir. Bécquer es especialmente conocido por intentarlo. He encontrado un vídeo muy interesante acerca de lo que han dicho diferentes personajes. Os dejo con él:



                                                 
                                                      http://youtu.be/9z3hdSCC5Ks





                                                  ¿Qué es poesía?





“La pintura es poesía muda; la poesía, pintura ciega”,                                  LEONARDO DA VINCI


“La poesía es como el viento, o como el fuego, o como el mar”,                                 JOSÉ HIERRO


“Yo sé que la poesía es imprescindible, pero no sé para qué”,                                 JEAN COCTEAU

“La poesía es el vocablo virgen de todo prejuicio; el verbo creado y creador, la palabra recién nacida”,                                                                                                        VICENTE HUIDOBRO

“La poesía es el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano”,
                                                                                                                           CARMEN CONDE

“La poesía le da a la humanidad lo que la historia le niega”,                           SIR FRANCIS BACON

“La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos”,                                                                                       RABINDRANATH       TAGORE

“La poesía es un arma cargada de futuro”,                                                         GABRIEL CELAYA

“La poesía es solo amor, transgrede las prohibiciones, y se atreve a mirar de frente a lo invisible”,                                                                                          ALEJANDRO JODOROWSKY

“La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos”,                                                                                                                JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

“La poesía es un eco pidiéndole un baile a una sombra”                                      CARL SANDBURG

“La poesía es más profunda y filosófica que la historia”                                              ARISTÓTELES

“La poesía siempre es lo lejano”                                                             HENRI FRÉDÉRIC-AMIEL

“La poesía son todos los nombres y verbos”                                                  MARIANNE    MORE

“La poesía no es un arte, ni una rama del arte, es siempre algo más”
                                                                                                                       JOSEPH BRODSKY

“La poesía es solo la evidencia de la vida. Si tu vida arde bien, la poesía es solo la  ceniza”                                                                                                             LEONARD COHEN

“La poesía es pensamientos que respiran y palabras que queman”                          THOMAS GRAY

“La poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio”                                                                            FEDERICO GARCÍA LORCA

“La poesía es el recuerdo de los mejores y más felices momentos de los mejores y más felices ingenios”                                                                                                        PERCY B., SHELLEY

“La poesía es la creación rítmica de la belleza con palabras”                              EDGAR ALLAN POE

“La poesía es la revelación de la condición humana y consagración de una experiencia histórica concreta”                                                                                                                                     OCTAVIO PAZ

“La poesía cura las heridas infligidas por la razón”                                                                NOVALIS

“La poesía es la vida destilada”                                                               GWENDOLYN BROOOKS








Vam Gustavo Adolfo Bécquer (Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836-Madrid, 1870). Es evidente que aunque no se tengan demasiados conocimientos de literatura todo el mundo ha oído hablar de Becquer. Creo que es uno de los autores que se quedan más presentes cuando se termina de estudiar; no porque sea mejor que otros autores que hemos visto, sino porque sus poemas tienen ese toque pegadizo que hace que se recuerden para siempre muchos de sus fragmentos.

Bécquer nació en una familia de pintores. Quedó huérfano a la corta edad de diez años, trasladándose a la ciudad de Sevilla, donde además de estudiar pintura, al igual que el resto de su familia, estudió humanidades.
Su carrera literaria no fue reconocida desde un comienzo sino que en 1854, cuando se traslada a Madrid, fracasa en el proyecto de escribir una Historia de los templos de España. Sin embargo, ante su primera decepción en el ámbito literario, éste no se rinde. Se dedica al periodismo para poder sobrevivir, y hace adaptaciones  de obras de teatro extranjero junto a su amigo Luis García Luna.
En 1858, mientras está en Sevilla, cae enfermo durante un periodo de unos nueves meses, sin quedar muy claro si se trata de sífilis o tuberculosis. Será entonces cuando publique su primera leyenda, El caudillo de las manos rojas.
En cuánto a sus relaciones amorosas, hay que decir que como casi todos los enamorados en sus versos, mantuvo distintas y difíciles relaciones. Conoce a Julia Espín, que lo abandona en 1860, y que será la causa de los poemas más amargos del poeta. En 1861 se casa con Casta Esteban y el matrimonio tiene tres hijos; sin embargo el infeliz matrimonio le hace refugiarse tanto en su trabajo como en la compañía de su querido hermano Valeriano en las estancias de éste en Toledo para pintar.

Era tal su afecto por éste, que cuando Valeriano muere (1870) Bécquer siente de una manera tan profunda su pérdida que dicen que presintiendo su propia muerte, entrega a su amigo Narciso Campillo sus originales. Parece que su presentimiento fue acertado, pues murió solo tres meses después de la muerte de su hermano




  En cuánto a su obra, citar sus famosas “Rimas” y “Leyendas” en las que nos centraremos en el próximo apartado



Os dejo con Bécquer y su muy conocida definición de poesía.


Que tengáis una buena semana!





¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía?  ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía…eres tú