domingo, 11 de noviembre de 2012





OTOÑO




En el alto otoño del mar
lleno de niebla y cavidades,
la tierra se extiende y respira,
se le caen al mes las hojas.

(Pablo Neruda,"Testamento de otoño”)

 




Estamos a once, casi doce de Noviembre, y la entrada de  hoy voy a cambiarla un poquito. En lugar de hablar de un autor en  concreto,  vamos a ver diferentes poemas que distintos autores han escrito acerca de esta estación.


Hay quienes piensan que es una estación triste; descienden las temperaturas, la oscuridad se hace más presente, parece que la muerte acecha con más ímpetu…

Pero también los paisajes se vuelven de un tono amarillento con una magia especial, y  hay un hueco para una melancolía que quizás no se tiene en otras estaciones. Y que a veces es necesaria…

Vamos a ver lo que  ha sugeridos a distintos escritores de la estación que nos aleja del verano y se enamora lentamente del  invierno. Quizás la tristeza esté presente, pero también es imprescindible. Al igual que hace falta tener sed para valorar el agua, el desamor para encontrar el amor, el hambre para apreciar los alimentos. Hace falta el otoño.
Creo que todo ocurre por algo, que todo existe por algo y que todas las estaciones tienen su “algo”. Así se ha visto desde tiempos inmemoriales y así se verá cuando ninguno de los que leemos este blog nos encontremos ya presentes; en un mundo donde las hojas siguen cayendo a partir del mes de octubre, donde nuestras pisadas crujen mientras caminamos y donde la oscuridad, envidiosa, le quita protagonismo a la luz.

Así es el otoño. Y así se ha visto por nuestros grandes autores:


El cárdeno otoño
no tiene leyendas
para mí. Los salmos
de las frondas muertas,
jamás he escuchado,
que el viento se lleva.
Yo no sé los salmos
de las hojas secas,
sino el sueño verde
de la amarga tierra.
(Antonio Machado, "Otoño")


                        ♦♦♦♦

El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
(Ángel González, "El otoño se acerca")





Abandonada al lánguido embeleso
que alarga la otoñal melancolía,
tiembla la última rosa que por eso
es más hermosa cuanto más tardía.
[...]
Y en una blanda lentitud, dichosa
con la honda calma que la tarde vierte,
pasa el deshojamiento de la rosa
por las manos tranquilas de la muerte.

(Leopoldo Lugones, "Rosa de otoño")

                        ♦♦♦♦


Aquel verano, delicado y solemne, fue la vida.
Fue la vida el verano, y es ahora
como una tempestad, atormentando
los barcos fantasmales que cruzan la memoria.
[...]
Se muere el mar de otoño
y hay niños que apuñalan las estatuas
y las olas arrastran candelabros, sables rotos.
Alguien que no conozco me persigue llorando
pero sé que el verano fue la vida.

(Felipe Benítez Reyes, "Las sombras del verano")






El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.
( Federico García Lorca, "Alma ausente")

                        ♦♦♦♦


(Belleza del durmiente
que agita imperceptible el mudo pecho
para alzarse después con mayor vida;
como en la primavera los árboles del campo.)
¿Cómo en la primavera...?
No es lo que veo, entonces, trastorno de la muerte
sino el soñar del árbol, que desnuda,
su frente de hojarasca,
y entra así cristalino en la honda noche
que ha de darle más vida.
[...]
Las rotas alas de la noche caen
sobre este vasto campo de ceniza:
huele a carroña humana.
La luz se ha vuelto negra, la tierra
sólo es polvo, llega un viento
muy frío.
Si fuese muerte verdadera la de este bosque de oro
sólo habría dolor
si un hombre contemplara la caída.
Y he llorado la pérdida del mundo
al sentir en mis hombros, y en las ramas
del bosque duradero,
el peso de una sola oscuridad.

( Francisco Brines, "Otoño inglés")

                        ♦♦♦♦

Melancolía
Me siento, a veces, triste
como una tarde del otoño viejo;
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo
de historias tristes, sin poesía... Historias
que tienen casi blancos mis cabellos.

(Manuel Machado, "Melancolía")





Aquí llega el otoño, con su voz de ceniza,
desalentando sueños, cubriendo de hojarasca
las imágenes rotas que el corazón conoce.
(Jon Juaristi, "Cambra de la tardor")

                    ♦♦♦♦

Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
La radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
[...]
Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.
No vuelven las mujeres con las cuales
cambiabas años de tu soledad
por un fugaz momento de ternura.
Tan ardiente es la vida en el otoño,
que en las horas de angustia no podrás
amar ni a la mujer que ya has perdido
( Joan Margarit, "Cosas en común")


                    ♦♦♦♦

Si no hay conocimientos en las cenizas
dejémoslas caer en la belleza frágil
de este rosal que tiembla en el otoño.
( Francisco Brines, "Despedida al pie de un rosal")

                    ♦♦♦♦

El otoño fue para nosotros un hermano de la primavera, una época de fiesta para recordar las penas y pasadas alegrías del amor. Las hojas que se marchitaban tenían los colores del crepúsculo, solo el pino y el laurel permanecían eternamente verdes. Se demoraban en los aires cálidos las aves migratorias, otras se dispersaban por viñas y huertos y cosechaban alegremente lo que los hombres habian desdeñado. Y la luz celeste corría más sonora desde el cielo abierto; a través de todas las ramas sonreía el sol sagrado, el buen sol, al que nunca nombro sin alegría y agradecimiento, el cual, a menudo, me ha curado con una mirada de mi honda pena y ha purificado mi alma del desaliento y de la preocupación.

Fue en los hermosos días del otoño cuando, medio curado de mi herida, pude volver a acercarme por primera vez a la ventana.  Volví a la vida con mayor serenidad en mis sentidos, y mi alma se había vuelto más atenta. El cielo alentaba sobre mi con su más discreto encanto, y los cálidos rayos del sol descendían dulcemente, como una lluvia florecida. Había en aquella estación del año un espíritu grande, sereno y cariñoso, y la calma de lo completo, la delicia de la madurez en las ramas susurrantes, me envolvieron como la nueva juventud que los antiguos esperaban encontrar en su Elíseo.


( Hiperión, Hölderlin)

                     ♦♦♦♦
 




                                                             
                                                                          

                                                                                                                                                                         Lágrimas de otoño

                                                                                                                                                                   Gotitas en una hoja seca.

                                                                                                                                                                                         Montseny.

                                                                                                                 http://www.flickr.com/photos/hoskillar/4100415969/

                                                                         
Y me atreveré a poner algún poema mío...:




Tus lágrimas caían
como se desploman
las hojas en otoño.

Así se deslizaban,
raudas, suaves.
Mojaban tu rostro
acompañadas de una angustia
ahogada, impenetrable.

Intenté recogerlas, una a una,
y se perdían entre mis  dedos
que solo querían pararlas. No pude.

Hoy  vuelvo a intentarlo.
Y tus lágrimas se deshacen antes
de tocar mis manos.
Será porque el otoño quiere
guardarse para sí tu triste aura.

Dejaré que así sea.
Dejaré que llegue la primavera
y que tus lágrimas sean solo fantasmas
que un día acecharon como lo hace
la expectante sombra.

Dejaré que el otoño emigre
robando las llamas
tristes de tus ojos.

Desearé que regreses, risueña,
que tus ojos
se rían de las volátiles hojas.

Que el otoño se marche
y con él, se vaya  tu tristeza.
Que el otoño abandone…
y vuelvas, y vuelvas a mirarme.








Y mi preferido…





TE RECUERDO COMO ERAS


Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.




(Pablo Neruda. poema 9, veinte poemas de amor y una canción desesperada)

Espero que os haya gustado. Os dejo con el impresionante “El otoño” de Vivaldi; que lo disfrutéis, y que paséis una buena semana!


              
                                                http://youtu.be/U8v12M2mRVM

   




















3 comentarios:

  1. Creo que el eterno tema de "Las hojas muertas" que he enlazado,sirve de guirnalda a tan magistral trabajo.Del mismo modo que la estación de otoño de Vivaldi,me ha resultado un excelente colofón.
    Pero lo que en verdad me ha sorprendido muy gratamente,ha sido el poema de la autora del blog.Ya me da vergüenza llamarte "Promesa",puesto que con él denotas ser una consagrada poeta,toda una hacedora de la buena pluma de los sentidos caudalosos y pletóricos de sentimientos.
    Es una poesía melancólica,romántica,y muy de tu estilo,es decir misteriosa,llena de interrogantes que nunca despejas porque prefieres dejar el halo de lo oculto,sospechado pero dejado a la imaginación de quién quiera entrar en los confines de su historia.
    Conmueve el desasosiego,la tristeza del personaje femenino,que ni siquiera se atreve a ser consolado,aunque sin duda calladamente quiere mostrar sus lágrimas en busca de amor y comprensión.
    Empero aún resulta más enternecedor la mística entrega,la etérea dedicación,la espera resignada de la persona amante,que impotente para detener las lágrimas,con una mansedumbre propia de los seres con fe,confia en que esa inquietud dolorosa de quién ama pasará,cuando llegue la primavera,cuando el sol vuelva a brillar en sus marchitas y doloridas pupílas.
    Es un canto a la esperanza,con voz propia y armoniosa,y con una estética lánguida y colorida como el otoño.
    Hace vibrar porque en ella subyace la profunda inquietud del hombre ante la duda e incertidumbre de si el mal pasará o se adueñara de nuestro devenir de modo definitivo,y que destierra ,con poesía o sin ella,las más de las veces ,con la esperanza , la fe y la necesidad de creer en una nueva primavera,aunque ya haya llegado el otoño como antesala del invierno.Más esa necesidad es la esencia de tu poema,melancólico y sereno,dulce y profundo.
    Y hablando ya de invierno, voy a poner el broche a tu poema con el tema de los viejos amantes de Yacques Brel,pues tal vez tus protagonistas son jovenes y pueden esperar ansiosos la nueva estación,o tal vez sean viejos y solo alberguen el sueño de revivirla a su modo.

    http://youtu.be/L792xvfM70E

    No es de nuestro tiempo,pero, como todos sus temas,irrepetibles Aún hoy muchos emulan su "ne me quite pas".
    Nada más Elen,tu enfoque de hoy precioso,y tu prólogo todo un arte de saber vivir la literatura con una intachable prosa vital y amena.
    ¡Ah!borra por favor los comentarios suprimidos.Mi analfabetismo telemático no conseguia hacer sonar los videos,hasta que descubrí que requería seleccionar el titulo y después pinchar ,con el botón derecho del ratón,abrir enlace..¡que locura! se borró todo y tuve que repetir comentario,obviamente ya distinto,pero en esencia igual.
    Por cierto",no me importa que llueva,que el sol brille menos,que el día sea corto...y empiece a caer la nieve...." el otoño tiene un calor y color especial.

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  2. Me ha encantado la canción de Brel, no la conocía!!!!

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