lunes, 8 de julio de 2013

VERANO (I)


                                                           


                                                   http://youtu.be/RS4r-clkcL4



El 21 de Junio entró el verano, y con él las nuevas ilusiones que siempre acaecen con cada cambio de estación. Supongo que si viviésemos eternos en una sola nuestra vida sería  aburrida, falta de emociones, de nuevos proyectos, de ambiciones.

Como diría mi querido Julio Iglesias (tengo que nombrarlo hasta en mi blog): “Llegar a la meta cuesta, te cuesta tanto llegar, y cuando ya estás en ella, mantenerte cuesta más…”. Es cierto, todo cuesta, y mucho. Cuestan las relaciones amorosas, cuestan las relaciones familiares, cuesta tener un trabajo, cuesta mantenerlo (si  es que se tiene la gran  suerte de tenerlo).
Cuesta la vida.

Pero para alcanzar todas las metas, para seguir luchando, también hay que descansar. Y para eso está el verano: para relajarse, para tomar fuerza, para divertirse.
 Para vivir.
Son muchos los escritores que han hablado en sus poemas de esta estación. He escogido cuatro, que me parecen perfectos. Espero que os gusten.
Besos, y feliz semana.







Sé que estoy vivo en este bello día
Acostado contigo. Es el verano.
Acaloradas frutas en tu mano
Vierten su espeso olor al mediodía.

Antes de aquí tendernos no existía
Este mundo radiante. ¡Nunca en vano
al deseo arrancamos el humano
amor que a las estrellas desafía!

Hacia el azul del mar corro desnudo.
Vuelvo a ti como al sol y en ti me anudo,
Nazco en el esplendor de conocerte.

Siento el sudor ligero de la siesta.
Bebemos vino rojo. Esta es la fiesta
En que más recordamos a la muerte.

                    

                      Jorge Gaitán Durán







                                                            
                                               http://youtu.be/gXIAAHUx3ik





MADRIGAL DE VERANO
Agosto de 1920. (Vega de Zujaira.)

Junta tu roja boca con la mía,
¡Oh Estrella la gitana!
Bajo el oro solar del mediodía
morderé la manzana.

En el verde olivar de la colina
hay una torre morena,
del color de tu carne campesina
que sabe a miel y aurora.

Me ofreces en tu cuerpo requemado,
el divino alimento
que da flores al cauce sosegado
y luceros al viento.

¿Cómo a mí te entregaste, luz morena?
¿Por qué me diste llenos
de amor tu sexo de azucena
y el rumor de tus senos?

¿No fue por mi figura entristecida?
¡Oh mis torpes andares!
¿Te dio lástima acaso de mi vida,
marchita de cantares?

¿Cómo no has preferido a mis lamentos
los muslos sudorosos
de un San Cristóbal campesino, lentos
en el amor y hermosos?

Danaide del placer eres conmigo.
Femenino Silvano.
Huelen tus besos como huele el trigo
reseco del verano.

Entúrbiame los ojos, con tu canto.
Deja tu cabellera
extendida y solemne como un manto
de sombra en la pradera.

Píntame con tu boca ensangrentada
un cielo del amor,
en un fondo de carne la morada
estrella de dolor.

Mi pegaso andaluz está cautivo
de tus ojos abiertos;
volará desolado y pensativo
cuando los vea muertos.

Y aunque no me quisieras te querría
por tu mirar sombrío,
como quiere la alondra al nuevo día,
sólo por el rocío.

Junta tu roja boca con la mía,
¡Oh Estrella la gitana!
Déjame bajo el claro mediodía
consumir la manzana.

Federico García Lorca








                                                       

                                               http://youtu.be/rYU0ALVzHsQ




¿A un día de verano compararte?
Más hermosura y suavidad posees.
Tiembla el brote de mayo bajo el viento
y el estío no dura casi nada.

A veces demasiado brilla el ojo solar
y otras su tez de oro se apaga;
toda belleza alguna vez declina,
ajada por la suerte o por el tiempo.

Pero eterno será el verano tuyo.
No perderás la gracia, ni la Muerte
se jactará de ensombrecer tus pasos

cuando crezcas en versos inmortales.
Vivirás mientras alguien vea y sienta
y esto pueda vivir y te dé vida.

William Shakespeare (versión de Alejandro Araoz Fraser)





Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cénit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.

Antonio Machado





                                                http://youtu.be/PR2GyL7b7uk










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